Lo importante es que los spaguettis no se queden sin agua. Debemos cocinar la pasta en abundante agua salada.
Se recomienda 1 L de agua por cada 100 gramos de pasta.
Hay que añadir suficiente sal como para que quede con sabor. Se recomienda una cuchara de sopa por cada 2 L de agua.
Para evitar que se pegue la pasta debemos añadir unas gotas de aceite al agua.
Esperamos a que hierva y entonces añadimos la pasta a la olla.
Añadimos la pasta justo cuando hierve el agua para que no se pase. Para que esté al dente (por dentro no del todo hecha y por fuera sí) no hay que añadir la pasta antes de que hierva el agua.
Cuando la pasta esté hecha por fuera echamos un vaso de agua fría al agua hirviendo. Esperamos un poco tras apagar el fuego para escurrir usando un colador.
Siempre es bueno dejar un poco de agua con la pasta.