Utilizar una mecha "punta de lanza" como la de la imagen, especial para vidrios.
Marcar el lugar exacto a perforar con un lapiz.
Cercar el lugar a perforar con un pequeño aro de plastilina o masilla.
Refrigerar el vidrio aplicando aguarrás o kerosene dentro del aro, o en la punta de la mecha. Este proceso se efectúa para evitar que el vidrio se resquebraje.
Taladrar a bajas revoluciones y presionando suavemente, para evitar que el vidrio se rompa.